-el libro-
La ilustración mostraba como varias personas, semidesnudas y con el cuerpo tatuado en casi toda su totalidad, danzaban alrededor de una hoguera. Algunos de ellos portaban en sus manos unos extraños cuchillos de hoja ondulada y los levantaban con ímpetu haciendo ademán de usarlos como arma. En el centro de este circulo humano la hoguera se elevaba varios metros del suelo, y en lo alto de la misma había la figura de una mujer, la cual no parecía importarle las llamas que acariciaban sus pies.
-¿Que clase de libro es este?
- No lo sé Sam, yo creía que era el bloc e notas del profesor
- Mejor será que dejemos eso en su sitio y nos larguemos Silvia - de repente se oyó un pequeño crujir de madera.
- Chicos ¿no habéis oído algo?- Thania entrecerró los ojos con el fin de localizar el sonido que parecía venir del otro lado de la puerta que daba al pasillo.
- Yo no oigo nada- recriminó Silvia
- Me estáis poniendo de los nervios las dos, vámonos.- De nuevo un crujir, esta vez más fuerte- ¡¡Larguémonos!!
- ¡Pero por donde!
- ¡Por la puerta que da al aula! ¡Vamos!- Los tres chicos echaron a correr saliendo todo lo deprisa que pudieron por la puerta que los llevo al aula, pasaron corriendo por la mesa del profesor y se dirigieron a la salida.
- ¡Creo que he pisado algo de cristal!
- ¡Da igual Thania corre!
- ¡¡Mierda!!
- ¡¿Qué ocurre?!
- ¡la puerta está cerrada!
- ¡Aparta imbécil!- Silvia empujó con fuerza la puerta de metal y esta cedió- Tan solo estaba atrancada.
- Vámonos de aquí
--------------------------------------------------------
Sam había vuelto a su residencia con la excusa de que tenía que terminar un trabajo, sin embargo lo que quería era alejarse de Silvia, necesitaba estar solo, ponerse un disco de "The Cure" y desconectar. Empezaba a cansarse de la locuras de esa chica, aun no sabía porque seguía siendo su amigo; no era lo que se dice una persona completamente equilibrada, su personalidad inestable ya le había traído más de un quebradero de cabeza, y su inagotable impulsividad los había metido en más líos de los que Sam recordara tener antes de conocerla. Aun así no podía dejar de pensar en esa maravillosa melena negra y esos ojos tan profundos que provocaba que el corazón bailara el hula hop alrededor de su pecho cada vez que ella lo miraba fijamente.
Tres horas después las dos chicas ya estaban más relajadas, Thania estaba echada en la cama mientras que Silvia, sentada en el suelo, le daba caladas al quinto cigarro desde que habían vuelto de su visita al despacho del profesor Gutrier.
- ¿Sabes que nos hemos metido en un gran lío?- Comenzó a decir Thania
- Si - la respuesta de Silvia tenía un tono despreocupado
- ¿Qué es lo podemos hacer?
- Nada, no creo que se den cuenta, allí había tanto desorden que sería imposible encontrar hasta un elefante con una diana pintada en el culo.
- Creo que deberíamos volver y arreglarlo
- ¡Estas loca! entonces sí que nos pillarían, además quiero ver la cara que pone Sam cuando se entere que he cogido el libro.
-¿Que clase de libro es este?
- No lo sé Sam, yo creía que era el bloc e notas del profesor
- Mejor será que dejemos eso en su sitio y nos larguemos Silvia - de repente se oyó un pequeño crujir de madera.
- Chicos ¿no habéis oído algo?- Thania entrecerró los ojos con el fin de localizar el sonido que parecía venir del otro lado de la puerta que daba al pasillo.
- Yo no oigo nada- recriminó Silvia
- Me estáis poniendo de los nervios las dos, vámonos.- De nuevo un crujir, esta vez más fuerte- ¡¡Larguémonos!!
- ¡Pero por donde!
- ¡Por la puerta que da al aula! ¡Vamos!- Los tres chicos echaron a correr saliendo todo lo deprisa que pudieron por la puerta que los llevo al aula, pasaron corriendo por la mesa del profesor y se dirigieron a la salida.
- ¡Creo que he pisado algo de cristal!
- ¡Da igual Thania corre!
- ¡¡Mierda!!
- ¡¿Qué ocurre?!
- ¡la puerta está cerrada!
- ¡Aparta imbécil!- Silvia empujó con fuerza la puerta de metal y esta cedió- Tan solo estaba atrancada.
- Vámonos de aquí
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Sam había vuelto a su residencia con la excusa de que tenía que terminar un trabajo, sin embargo lo que quería era alejarse de Silvia, necesitaba estar solo, ponerse un disco de "The Cure" y desconectar. Empezaba a cansarse de la locuras de esa chica, aun no sabía porque seguía siendo su amigo; no era lo que se dice una persona completamente equilibrada, su personalidad inestable ya le había traído más de un quebradero de cabeza, y su inagotable impulsividad los había metido en más líos de los que Sam recordara tener antes de conocerla. Aun así no podía dejar de pensar en esa maravillosa melena negra y esos ojos tan profundos que provocaba que el corazón bailara el hula hop alrededor de su pecho cada vez que ella lo miraba fijamente.
Tres horas después las dos chicas ya estaban más relajadas, Thania estaba echada en la cama mientras que Silvia, sentada en el suelo, le daba caladas al quinto cigarro desde que habían vuelto de su visita al despacho del profesor Gutrier.
- ¿Sabes que nos hemos metido en un gran lío?- Comenzó a decir Thania
- Si - la respuesta de Silvia tenía un tono despreocupado
- ¿Qué es lo podemos hacer?
- Nada, no creo que se den cuenta, allí había tanto desorden que sería imposible encontrar hasta un elefante con una diana pintada en el culo.
- Creo que deberíamos volver y arreglarlo
- ¡Estas loca! entonces sí que nos pillarían, además quiero ver la cara que pone Sam cuando se entere que he cogido el libro.
CONTINUARÁ...
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