Bueno, no posteaba pues estaba con el síndrome postvacacional y estaba perezoso, sin embargo ya va siendo hora de que os cuente de mi odisea en Túnez. Antes de nada y para poneros en antecedentes a la hora de preparar del viaje nos dieron la opción de hacer un circuito en autobús o jeep por el país o pasar la semana en un hotel de playa. Siempre estaba la opción de un "fifty fifty", cuatro días de circuito y 3 de playa, alternativa que nos pareció más interesante. Salimos desde el aeropuerto de Zaragoza en un avión que rezaba en su lateral "Tunisair"para pasar escasas 2 horas en un avión bastante cómodo en el
que incluso nos dieron de almorzar. Sin cambiar de zona horaria llegamos a las 8 de la tarde a Túnez donde nos esperaba el autobús de la agencia. Pues nada más pisar el país ya nos la intentaron clavar, un tipo "regalaba" flores (atentos al entrecomillado) al pie del autobús una vez la cogías se te acercaba y te susurraba al oído algo inteligible enseñándote un cestito lleno de monedas de euro, regalo, si, si, pero pagando (de ahí el entrecomillado). El autobús nos fue repartiendo por los distintos hoteles y no sería digno de mención si no fuera por que nos pegamos de viaje 3 horas y pico hasta llegar al hotel, el cual carecía de agua caliente y cena.
A la mañana siguiente emprendimos el recorrido del circuito con una guía de nombre Sofía la cual dejaba por los suelos la ya mítica mala leche de Paco Umbral con Mercedes Milá. Un par de horas en autocar y llegamos al anfiteatro romano, precioso, grande, imponente, lleno de turistas y previo pago de un Dinar (que equivale a 60 céntimos de Euro, o dicho de otra forma a 1 Peseta) por cámara por derechos de imagen para poder fotografiar y grabar, política que pudimos comprobar era extendida en todo tipo de museos o exposiciones. Pena que la guía pasara de nosotros y tras una brevisima explicación de escaso un minuto en la arena, nos soltara para hacer fotos. Vistas las ruinas romanas nos subieron al bus para estar otro par de horas de viaje y sacandole jugo a la Nintendo DS, hasta llegar hasta lo que nos describieron como el "paisaje lunar de la guerra de las galaxias"... ejem, si, claro, cuatro montes y cinco matojos, vamos típico paisaje del sistema ibérico español, si no mirad la foto que adjunto. Y así durante todo el circuito, hoteles en el desierto con los números pintados en la puerta, comidas en bares de carretera, cenas de macarrones mal hechos y ternera de segundo, y así sucesivamente hasta llegar a las playas.
No obstante hay que destacar que si que lo pasamos muy bien montando en camello, ¡uy! perdón, en dromedario, y en el lago de sal donde si que se ven kilómetros y kilómetros y kilómetros de la nada y al pie de la carretera, recta e infinita unos chirinquitos cuyo slogan era "Masbarato*quen*carrefour"
Y por fin llegamos a la zona turística. No he mencionado aún que allí estaban en Ramadán por lo que muchas tiendas hasta el atardecer no abrían u otras cerraban pronto ya el una vez llegaba la hora clave la gente se iba a sus casas a comer, fumar etc. La zona del hotel estaba plagada de tiendas y como no en muchas de ellas regateaban. Lo del regateo, y supongo que será tema cultural o educacional, me cansa, para comprar una chorrada te pasas perfectamente media hora, por lo que nosotros habituábamos un supermercado de precio fijo con precios superbaratos en comparación a cualquier tienda de la zona.
Lo que es la playa solo la pisamos el último día pues estaba sucia y olia mal, pero la piscina del hotel bien que la catamos, incluso la cubierta del hotel vecino donde se alojaban unos amiguetes que nos echamos allí. Con ellos y con otros que conocimos en el hotel (un saludo para Rafa, Marisa, Victor y Loles) nos organizamos un viaje por nuestra cuenta por Cartago y alrededores, que contratando a un chofer para todo el día nos salió por 35 € por cabeza mientras que el hotel nos pedía 70€. Cartago precioso, el pueblo azul, todo en cuesta pero muy bonito y el zoco de Túnez...pues, angustioso, nos perdimos y no podíamos salir, dábamos vueltas en círculos y no veíamos la salida, y además los tenderos acosándonos para que comprásemos, unos 20 o 30 minutos de angustia de 6 personas que no sabías hacia donde dirigirse, todo era caos hasta que vimos un guía con un grupo de españoles, así que le preguntamos como salir, sus palabras fueron algo así como " ¿ves esta calle por la que has venido? pues recto hasta el final sin girar", habíamos estado cerca de la salida pero en lugar de seguir recto no hacíamos mas que dar vueltas y vueltas en circulo, cualquiera que nos hubiera visto desde el google earth se estaría muriendo de la risa.
Que gran aventura, pero en general nos lo pasamos bien, conocimos otro país, hicimos amigos y menos lo del tema del circuito, que supongo que el mal sabor de boca fue culpa de la guía, nos hemos llevado una valoración positiva de este viaje, aunque no creo que tanta como para repetir.
No obstante hay que destacar que si que lo pasamos muy bien montando en camello, ¡uy! perdón, en dromedario, y en el lago de sal donde si que se ven kilómetros y kilómetros y kilómetros de la nada y al pie de la carretera, recta e infinita unos chirinquitos cuyo slogan era "Masbarato*quen*carrefour"
Que gran aventura, pero en general nos lo pasamos bien, conocimos otro país, hicimos amigos y menos lo del tema del circuito, que supongo que el mal sabor de boca fue culpa de la guía, nos hemos llevado una valoración positiva de este viaje, aunque no creo que tanta como para repetir.
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