Últimamente parece como si las fuerzas meteorológicas
estuvieran de cachondeo, ya que pasamos de un frio helador a calorcito y sol, de sequía a lluvias torrenciales, ¡El tiempo se ha vuelto loco!. Lo pero de todo no es el intentar adivinar cada mañana si has de coger abrigo y paraguas o chaqueta y gafas de sol, si no que estos cambios tan bruscos nos afecta directamente a nuestro estádo anímico, estamos más cansados e irritables y como dormimos mal aun estamos más cansados e irritables, ¡menudo fastidio!. Todo esto hay que sumarlo a que a quienes como yo han de trabajar cara al público, no solo han de aguantar lo de uno mismo, si no también lo de los demás y con una sonrisa de oreja a oreja.
Como se espera ya con ansia el veranito, esas tardes en la playa con el sonido del mar de fondo, un mojito en una mano y en la otra nada...absolutamente nada. En fin, ya queda poco, y por lo menos podémos aprovechar estos días de tregua atmosferica que nos permiten pasear casi de manga corta... ya no queda nada... efectivamente, ya no queda nada para que llegue el calor y nos quejemos de el sol quema, de los mosquitos, de que ese aire acondicionado no funciona y de que a ver cuando llega de nuevo el fresquito que estos veranos ya no hay quien los aguante.
Si es que al final nos gusta quejarnos, aunque en verdad estemos de lo más agustito.

Como se espera ya con ansia el veranito, esas tardes en la playa con el sonido del mar de fondo, un mojito en una mano y en la otra nada...absolutamente nada. En fin, ya queda poco, y por lo menos podémos aprovechar estos días de tregua atmosferica que nos permiten pasear casi de manga corta... ya no queda nada... efectivamente, ya no queda nada para que llegue el calor y nos quejemos de el sol quema, de los mosquitos, de que ese aire acondicionado no funciona y de que a ver cuando llega de nuevo el fresquito que estos veranos ya no hay quien los aguante.
Si es que al final nos gusta quejarnos, aunque en verdad estemos de lo más agustito.
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